martes, 12 de octubre de 2010

Mansilla de las Mulas

Si hay que destacar algo que diferencie Mansilla de otras poblaciones del Camino, son sus murallas. Mandadas construir por Fernando II en 1181 para asegurar la defensa de las fronteras leonesas, aún se mantienen en pie considerables fragmentos de lienzos, varios torreones con almenas y una de las cuatro puertas, el arco de Santa María. También quedan los muros laterales de la puerta de Santiago, por la que entra el Camino Real.

El recinto amurallado, ancho y construido con cal y cantos rodados del cauce fluvial, tenía forma semoival, cortada en línea recta por el norte y curvada por la vega del río Esla. Siete eran los templos que llegó a reunir la villa, de los cuales dos todavía pernmanecen abiertos al culto: la iglesia parroquial de Santa María y el santuario de Nuestra Señora de Gracia. Y se conservan restos de otros dos: la iglesia de San Martín, gótica del siglo XIV, y del convento de San Agustín, con fachada plateresca del siglo XVI.

En el casco urbano llaman la atención diversas casas con soportales.

lunes, 11 de octubre de 2010

El Campo de de la Estrella

Siguiendo el hilo de las Leyendas del Camino de Santiago, hablaré del por qué del nombre de Santiago de Compostela.

Siglos después del enterramiento del Apóstol, hacia el año 813, un ermitaño llamado Pelagio se presentó ante Teodomiro, obispo de Iria Flavia, para contarle que llevaba varias noches viendo una lluvia de estrellas que, saliendo dle monte que hoy se conoce como Pico Sacro, caía sobre un campo cercano a un bosque situado antiguamente en aquella zona, el bosque Libredón. el obispo y su séquito se dirigieron al lugar que les había indicado aquel solitario personaje y, tras limpiar la zona de vegetación, encontraron unas ruinas con los restos de un altar y tres tumbas. En la más grande, que desde entonces recibirá el nombre de Arca Marmórea, apareció un texto que decía algo así como: "Aquí ylace Jacobo, hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Juan". Aquello fue determjinante para identificarla como la del Apóstol Santiago.
El hallazgo fue comunicado al Papa y al rey Alfonso II que, tan pronto como tuvo conocimiento del suceso, se acercó al lugar y ordenó construir una capilla.

Más adelante se construirá una iglesia y así, con el paso de los años, nuevas construcciones darán lugar ala catedral que existe hoy en día.

Aquel lugar pasará a ser conocido desde entonces como Campus Stellae, "el Campo de la Estrella", nombre en el que tendrá su origen el de la ciudad que allí se formó alrededor del aquel descubrimiento: Compostela.