sábado, 2 de abril de 2011

El Gallo y la Gallina

Esta es bastante curiosa, y famosa también entre los peregrinos.

En 1019, nacía Domingo garcía, que, tras ser pastor en su juventud, se retiró a vivir como eremita. Un día construyó un puente sobre el río Oja, para facilitar el paso de los peregrinos. Después hizo una nueva calzada, albergues y hospitales para atender a los viajeros. Así en un lugar en el que no había nada, creó la población que hoy lleva su nombre: Santo Domingo de la Calzada.

En esta localidad de La Rioja pararon a descansar las fatigas del camino un matrimonio alemán y su hijo. Una hija del dueño de la casa donde se alojaron trató de seducir al joven, pero éste no le hizo mucho caso y ella, en venganza, escondió una copa de plata entre sus ropas y lo acusó de robo. Así, cuando la justicia lo prendió, hallaron la copa, por lo que rápidamente fue juzgado y ahorcado. Tras el suceso, los padres siguieron viaje a Compostela y a la vuelta, su madre paró a rezar en el lugar donde aún colgaba su hijo. De pronto, escuchó la voz del muchacho diciendo que dejase de llorar, pues él aún estaba vivo. El milagro se cumplió porque la Virgen y Santiago o quizás Santo Domingo, lo sostenían evitando su muerte. sus padres corrieron a ver al juez, que estaba comiendo, y al oir el relato de la mujer, le dijo que aquello era imposible, que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina asados que estaban allí dispuestos para comer. De pronto, las dos aves volvieron a la vida y salieron volando de la mesa. El juez, asombrado, comprobó que el muchacho aún vivía y lo devolvió a su familia. Las aves se llevaron a la iglesia como prueba del milagro.
 
Desde aquel suceso, en la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, en su interior, y en la parte trasera, en lo alto, y enfrente mismo del altar, hay un gallo y una gallina metidos en una jaula. Lo gracioso, es oir al gallo mientras hay misa.

Lo más curioso es ver la impasividad de los fieles ya acostumbrados a ese alboroto en medio de la celebración.

viernes, 1 de abril de 2011

El Gigante Ferragut

En algún lugar próximo a la localidad de Nájera, también en tierras de La Rioja, tuvo lugar otro curioso episodio relacionado con Carlomagno. Sucedió que cuando estaban las tropas del emperador a punto de enfrentarse las huestes musulmanas, éstos propusieron al soberano franco evitar la lucha, haciendo que se enfrentara en combate uno de sus hombres contra el gigante Ferragut, un descendiente de Goliat que luchaba en las filas musulmanas.

Aquel coloso se fue enfrentando uno a uno a los pares de Francia, los más valerosos caballeros del ejército franco, derrotándolos a todos, hasta que le llegó el turno de enfrentarse a Roldán, sobrino del emperador. Tras una larga y dura lucha, cuando llegó la noche, el combate no se había decidido aún a favor de ninguno de los dos. Decidieron entonces, en un acto de nobleza, hacer una tregua para descansar y seguir al día siguiente. durante la noche, los dos rivales entablaron una conversación, en el transcurso de la cual, el gigante se vanaglorió de que nadie había conseguido vencerle, porque nadie conocía su punto débil, el ombligo.

Al amanecer del día siguiente, tuvo lugar una fuerte discusión sobre cuál era la auténtica religión, y de nuevo se volvieron a enfrentar ambos contendientes, en esta ocasión a muerte. Pero ahora Roldán conocía la debilidad de su contrincante, por lo que, sin dudarlo un momento, agarró una lanza y se la clavó en el ombligo, terminando con la vida del temido gigante.

martes, 29 de marzo de 2011

La Batalla de Clavijo

Según algunas leyendas, durante los reinados de Aurelio, Silo y Mauregato, se vivió en tierras cristianas una época de paz que el último de estos reyes trató de prolongar mediante un pacto con los musulmanes, en el que se comprometían a entregar él y sus sucesores, cien jóvenes doncellas cada año a cambio de que fueran respetadas sus tierras.

Cuando el rey Ramiro I llegó al trono se propuso acabar con tan vergonzoso acuerdo y se negó al pago del tributo. En consecuencia, se cuenta que en el año 844 se libró una cruenta batalla en tierras riojanas, concretamente en las inmediaciones de Clavijo, entre las tropas musulmanas de Abderramán II y las cristianas, muy inferiores en número. Tras los primeros combates, los cristianos estaban siendo severamente castigados y se apuraron a buscar refugio en el monte Clavijo, donde se dispusieron a pasar la noche en espera de un amanecer que, a buen seguro, habría de ser el último, teniendo en cuenta la superioridad del enemigo. Pero mientras el rey rezaba en busca de alguna ayuda divina, se apareció ante él el Apóstol Santiago, que le animó a enviar a las tropas a la batalla sin miedo, pues él estaría luchando de su lado.

Y así fue, al amanecer, los cristianos se presentaron en el campo de batalla dispuestas a vencer o morir, cuando el Apóstol, montado sobre un caballo blanco, apareció dispuesto a capitanear unas tropas que al grito de: "Santiago y cierra España" consiguieron una heroica victoria.

El Pájaro Txori de Puente la Reina

Los dos recorridos que el Camino Francés tiene de entrada en la Península, el navarro de Roncesvalles y el aragonés de Somport, se unen en la localidad navarra de Puente la Reina, continuando a partir de ahí en un único itinerario hasta su destino final. La villa de Puente la Reina debe su nombre a un hermoso puente románico de siete arcos, que fue construido sobre el río Arga a principios del siglo XI. En ese puente hubo, durante muchos años, una hornacina que contenía una imagen de la Virgen del Puy, en torno a la cual tiene lugar una curiosa leyenda. Según parece, precediendo a algún suceso importante, aparecía un misterioso pajarillo que se esforzaba en limpiar la imagen de la virgen, que de otra manera era muy complicado mantener limpia, por estar ubicada en un lugar de difícil acceso. El pajarillo, al que todo el mundo conocía como el Txori, que significa pájaro en vasco, limpiaba con sus alas el polvo que se acumulaba sobre la figura, mientras con el pico arrancaba el resto de suciedad. La aparición de Txori suponía un importante acontecimiento que las gentes del pueblo celebraban siempre con grandes festejos.