viernes, 6 de mayo de 2011

El Grial Gallego

El peregrino entra en Galicia a través de O Cebreiro, en la provincia de Lugo, donde se encuentra la iglesia prerrománica de Santa María la Real. 

En ella tuvo lugar en el siglo XIV el Santo Milagro. Cuenta la historia que, un día de invierno, tan sólo acudió a misa un feligrés, un vecino de Barxamaior que subió hasta allí a pesar de la nieve y la ventisca. El clérigo que oficiaba seguramente atravesaba un momento de dudas en su fe y, en el instante de consagrar, pensó mientras miraba al devoto: "qué hará este hombre aquí con este frío". Entonces se obró el milagro, la hostia se convirtió en carne y el vino en sangre, reliquias que aún hoy se conservan en la iglesia, junto a la patena y al cáliz, que es conocido como el Santo Grial Gallego.

La Cruz de Ferro

Saliendo de Foncebadón, todavía en tierras de la Maragatería, se encuentra la Cruz de Ferro, a la que, por tradición y a modo de simbólico tributo, echa una piedra todo el que pasa por allí. Antiguamente, había allí un "ara", (piedra lisa que se utilizaba a modo de altar),en honor a Mercurio que fue sustituida por la actual cruz, colocada sobre un largo palo y sujeta por la montaña de piedras que allí se va acumulando.

La verdad es que ahora se ve la montaña de piedras bastante pelada, pues los peregrinos tienden a coger una piedra de este lugar.

La Virgen de la Encina

A mediados del siglo V, Santo Toribio de Liébana trajo de Palestina varias reliquias, entre ellas una talla de la Virgen, que permaneció algún tiempo en Astorga. Durante las guerras sarracenas, todas esas piezas fueron escondidas por diferentes lugares para evitar su saqueo, y la figura de la Virgen desapareció durante varios siglos. en 1178, los caballeros del Temple construían un castillo en tierras del Bierzo, (Ponferrada), cuando un buen día, el encargado de controlar la tala de árboles, vio un resplandor que salía del bosque. Al acercarse al lugar, observó que procedía de la abertura hecha en el tronco de una encina, donde halló la abertura hecha en el tronco de una encina, donde halló la Virgen que años antes había desaparecido. Desde entonces fue bautizada como Virgen de la Encina.